domingo, 17 de febrero de 2013

Demasiado tarde

Lo distinguió apenas cruzó el puente y enderezó por el camino lindero al canal. El hombre traía al zaino sofrenado. Por ese andar, retenido y desganado, supo que venía a cobrarle la antigua afrenta. Todo se sabe. Aquella deuda iba a ser saldada por su amigo, no por él. Pero ya era demasiado tarde para discutir el precio.

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